Parte del éxito de la planificación corporativa radica en descomponer una estrategia en fragmentos manejables. Organizar un plan de negocios en plazos de días, meses y años permite a los miembros del equipo comprender su papel en la planificación, lo que optimiza procesos y aumenta el compromiso.
Definir el rumbo de la empresa hacia un objetivo común ayuda a los gerentes a priorizar lo necesario para alcanzar dicha meta. Diferenciar entre lo urgente, lo que puede esperar y lo que necesita iniciarse ahora es crucial. Es aquí donde la planificación a corto, mediano y largo plazo resulta esencial.
El valor de la planificación en plazos
Establecer cronogramas permite a los gerentes rastrear el progreso mediante objetivos a corto, mediano y largo plazo. Herramientas como Taskia facilitan la concentración y el monitoreo del progreso del equipo.
Además, la planificación en plazos ayuda a mitigar riesgos al identificar problemas potenciales, fomenta la innovación, el crecimiento y permite al equipo explorar nuevas ideas y tecnologías.
Tener un plan estructurado también genera confianza en las partes interesadas, pues demuestra que la empresa es proactiva y comprometida con el logro de sus objetivos a largo plazo mientras gestiona eficientemente las operaciones diarias.
Diferencia entre los plazos
La principal diferencia entre la planificación en términos es la etapa en la que la empresa desea ver resultados.
Planificación a corto plazo | Planificación a mediano plazo | Planificación a largo plazo |
Cubre períodos de hasta un año. Centrada en acciones inmediatas para mantener el negocio funcionando día a día. | Generalmente toma de 3 a 5 años. Enfocada en mejorar la eficiencia y desarrollar nuevos productos o servicios. | Se extiende más allá de cinco años. Define la dirección futura de la empresa y estable lineamientos para el crecimiento sostenido. |
Planificación a corto plazo
La planificación a corto plazo se ocupa del estado actual de la empresa y trabaja en acciones en tiempo real para mejorarlo. Se trata de las acciones tomadas para mantener el negocio funcionando día a día, como presupuesto, personal, gestión de inventario o mantenimiento de maquinaria.
Por ejemplo, una empresa minorista que se prepara para la próxima temporada festiva podría tener un plan a corto plazo enfocado en analizar las ventas pasadas para adaptar los niveles de inventario, contratar personal adicional estacional o implementar una estrategia de ventas de ofertas por tiempo limitado.
Planificación a mediano plazo
Los objetivos a mediano plazo brindan el espacio para que el equipo se concentre en estrategias que pueden tardar más en implementarse y que se alinean con los objetivos corporativos generales (por ejemplo, expansión de mercado, desarrollo de nuevos productos, mejora de la infraestructura, entre otros).
Volviendo a la empresa minorista, un plan a mediano plazo podría girar en torno a expandir su presencia en el mercado a una nueva región en los próximos dos años. El plan involucra análisis de mercado, selección de sitios y preparativos logísticos. La empresa debe realizar estudios de mercado para identificar áreas potenciales de expansión basadas en la demografía, el comportamiento del consumidor y la competencia.
Con esta información, la empresa ahora puede implementar objetivos a corto plazo como seleccionar ubicaciones adecuadas, negociar arrendamientos y lanzar una campaña de mercadeo para anunciar la gran apertura.
Planificación a largo plazo
Establece la visión general y las estrategias para el crecimiento sostenido. Considera tendencias del mercado y cambios en el modelo de negocio.
Cuando la planificación a corto y mediano plazo demuestra ser efectiva, el plan a largo plazo utiliza estos éxitos para seguir avanzando y garantizar que el negocio siga creciendo de manera constante.
En su próxima reunión de la junta directiva, la empresa minorista establece tres ambiciosos objetivos a largo plazo: primero, planea expandirse abriendo tiendas en nuevos mercados internacionales para asegurar el reconocimiento de la marca y un crecimiento sostenido. En segundo lugar, la empresa se compromete a convertirse en un líder en sostenibilidad, al reducir su huella de carbono e implementar prácticas ecológicas. Por último, la empresa se centrará en la integración de la IA para mejorar la experiencia del cliente. Estos objetivos tomarán varios años en lograrse. Mientras tanto, guiarán la elaboración de los objetivos a corto y mediano plazo.
Asegurando el éxito de la planificación con Taskia
Herramientas como Taskia facilitan la gestión de proyectos al proporcionar una plataforma para la planificación y ejecución en diferentes plazos, ayudando a distribuir responsabilidades y mejorar la eficiencia.
La planificación a corto plazo permite adaptarse a cambios rápidos, la mediana ajusta recursos cotidianos, y la larga proporciona una hoja de ruta para la innovación y sostenibilidad.
Si quieres conocer más sobre algunos ejemplo relacionados a este artículo, te dejamos este caso: Las compañías de cruceros se adaptaron durante la pandemia de COVID-19 reorganizando estrategias a corto plazo para mejorar la eficiencia, acelerando proyectos a mediano plazo al vender embarcaciones antiguas para enfocarse únicamente en flotas más rentables y negociando con acreedores para intercambiar deuda pendiente por nuevas acciones comunes.
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