“El éxito es 20% habilidades y 80% estrategia”, dice el empresario estadounidense Jim Rohn, destacando la importancia de la planificación estratégica.

No importa el tamaño de la empresa, tres elementos clave son esenciales para alcanzar el éxito: roles claros, un objetivo compartido y un plan de acción práctico.

¿Cómo implementar una planificación estratégica efectiva?

La planificación corporativa se basa en una fórmula simple: establecer un objetivo común, desarrollar estrategias para alcanzarlo y alinear las tareas diarias de acuerdo con estas metas. Sin embargo, la implementación puede volverse compleja, con superposiciones y tareas desalineadas que pueden afectar los resultados.

Para evitar estos problemas, es crucial mantener distinciones claras entre los niveles de planificación, comprender la jerarquía y entregar directrices claras a los equipos para que prioricen tareas alineadas con los objetivos generales.

Los tres niveles de la planificación estratégica

Según Harvard Business Review, existen tres niveles principales de planificación estratégica que toda empresa debe conocer para gestionar proyectos de manera eficiente: planificación corporativa, planificación de negocios y planificación funcional.

Comprender la estructura y funciones de cada nivel es clave para optimizar el rendimiento del equipo y garantizar que las contribuciones de cada miembro estén alineadas con los objetivos empresariales.

Planificación corporativa

La alta dirección es responsable de establecer los objetivos generales de la empresa, que incluyen la gestión de las partes interesadas, la adquisición de recursos y la definición de los roles de los equipos.

Planificación de negocios

Una vez que la alta dirección define los objetivos estratégicos, las divisiones y equipos deben desarrollar planes de negocios alineados con dichos objetivos. Cada grupo debe detallar sus operaciones, estableciendo políticas claras y un marco de tiempo realista para alcanzar sus metas.

Planificación funcional

En este nivel, los equipos deben traducir las estrategias de las gerencias en tareas accionables. La planificación funcional se enfoca en asignar tareas específicas a cada miembro del equipo, al mismo tiempo que asegura que todos reman hacia las metas compartidas de la organización.

¿Por qué Taskia es ideal para la planificación funcional?

Taskia es una herramienta diseñada para conectar las estrategias corporativas con las tareas diarias, ayudando a los empleados a visualizar cómo sus contribuciones impactan en los objetivos generales de la empresa. Esto no solo mejora la productividad, sino que también fomenta la motivación y la orientación a logros compartidos.

Gestionar superposiciones y mantener la alineación

En grandes empresas, especialmente multinacionales, es común que existan superposiciones de roles. El enfoque colaborativo de Taskia no solo permite monitorear el progreso para evitar superposiciones perjudiciales, sino que a través de su sistema de sesiones es posible otorgar distintos privilegios de uso de la herramienta a personas definidas, para luego dividir la información que va a ser consultada por cada parte.

La importancia de los informes y reajustes

Los informes de progreso y los controles consistentes son esenciales para garantizar la alineación entre los diferentes equipos. Al monitorear el avance de cada unidad, los gerentes pueden hacer ajustes en tiempo real para mantener a todos en el camino correcto. La comunicación continua y el feedback regular son vitales para navegar las estrategias en evolución y lograr resultados exitosos.

En el dinámico mundo empresarial de hoy, una planificación definida y orientada a objetivos es clave para el éxito. Utilizar herramientas de gestión de proyectos como Taskia es posible empoderar a los equipos, agilizar procesos y asegurar un crecimiento sostenible en el largo plazo.

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